Solo porqué alguien te dio su tarjeta de presentación no significa que estén interesados en los productos o servicios de tu empresa, y definitivamente no significa que se han suscrito a tus boletines de correo electrónico.
Existe una diferencia entre contactos y prospectos, y esta distinción es más importante de lo que te imaginas.
Puedes considerar a alguien como prospecto cuando este haya oficialmente expresado su interes, ya sea al haberse suscrito a tus boletines de email o hayan descargado un ebook, webinar o reporte. Debes dar seguimiento a estos prospectos para que se conviertan en clientes a partir del email marketing y ofertas personalizadas.
Comprar listados de contactos de nombres y correos electrónicos no constituye un flujo de nuevos prospectos. La tasa actual de conversion para este tipo de listas es mínima. Típicamente entre el 1% al 2%. Ademas existen legislaciones de protección de datos personales los cuales prohiben mandar email a personas que no han optado para recibir estos. Esto puede llevarte a tener problemas legales a la par de conseguir resultados mínimos de interés genuino.
Contacto y Prospecto